BENJAMÍN LARDIES: UN MAESTRO ARTESANO DE LA MADERA Y EL BOJ. La palabra “Boj” Buxo o bucho en Aragonés deriva de la romana “Buzos” y ésta a su vez de la griega “buxas”, cuyo significado es vaso. Este nombre dado al arbusto podría relacionarse al que al conocer las cualidades de su madera (pequeños troncos perfectos para “sacar” de ellos una sola pieza) que permitían tallar perfectos recipientes. En épocas pasadas, raro era aquel pastor que durante las largas jornadas de trabajo, mientras vigilaban en nuestro Valle de La Guarguera, los rebaños, no pasaba las horas tallando pequeñas piezas de madera con los “buchos”. Una labor que, aun sin ser un ofició en sí mismo, constituyó una ayuda sin igual en la elaboración de útiles de cocina, tales como vasos, palas, tenacillas, cucharas, tenedores, rasquetas, bolillos, bastones, empuñaduras y mangos de herramientas, juguetes, adornos como aderezos y peinetas que se regalaban a mozas y novias y que pudieran ser comparables, por su laboriosida