Las líneas que siguen, son las sentidas palabras de homenaje y despedida que Jesús Escartín, brindó como despedida a la memoria de su hermano Leo. Leo, un hombre bueno. Leo, un hombre tranquilo. Leo, un hombre leal y comprometido. Leo, que todo lo arregla. Sólo había una cosa que él sabía que no sería capaz de reparar, el cronómetro que todos llevamos y nos obliga a detenernos para siempre. Leo, un hombre íntegro y trabajador, desde los 14 años, y sin parar. Haciendo amigos en todos los ámbitos donde ejerció su labor, amigos que, lo sé, están desolados, como lo estamos toda su familia sabiendo que el vacío que deja es imposible de llenar y, para sobrellevarlo, sólo tenemos cuidados paliativos pero, sobre todo, su recuerdo: Su humor tan especial. Su predisposición a ayudar y colaborar. Su carácter sobrio pero cariñoso y acogedor. Su afán, pese a las continuas dificultades, por sacar adelante a los suyos y sus proyectos. Su deseo de s