Esta entrada va dedicada a nuestro vecino pueblo de Cañardo, y en especial, a los nuevos moradores de "La Casa Baja", sobre todo a David, "alma mater" de que la fiebre del "Oro Negro" haya llegado a nuestro Valle.
Queremos que esta entrada, por un lado nos anime a visitar el pueblo de Cañardo, y otro que sirva de consulta y guía para los amantes del Oro Negro, La Trufa, siendo enlace y anuncio de nuestro productor más querido y cercano, y del que os adjuntamos su tarjeta para contactar y comprar:
Pero comencemos por conocer a nuestro vecino pueblo. Todos reconocemos Cañardo, preside majestuoso la ladera derecha de nuestra carretera, su puente, nos marca curva cerrada, nos despeja su vista y sus arcos cobran vida como si se tratase de altivos guigantes serrableses. Tiene una una altitud de 1052 metros, hasta alcanzar nuestra Roma del Serrablo, todavía habremos de ascender 102 más. Un pueblo adscrito a nuestro ayuntamiento de Laguarta hasta 1972, año en el que junto al nuestro y otros tantos de esta Guarguera Viva, pasó a formar parte de los núcleos dispersos del Ayuntamiento de Sabiñánigo.
Dos casas componen el recuerdo e identidad colectiva de esta aldea Casa Alta y Casa Baja, Los estudiosos nos las definen arquitectónicamente como Casas, típicamente pirenaicas, construidas en mampostería, con tejados de losas sobre los que se alzaban altivas chimeneas cónicas, típicas de estos valles.
Dos casas componen el recuerdo e identidad colectiva de esta aldea Casa Alta y Casa Baja, Los estudiosos nos las definen arquitectónicamente como Casas, típicamente pirenaicas, construidas en mampostería, con tejados de losas sobre los que se alzaban altivas chimeneas cónicas, típicas de estos valles.
No hay fotos... es un pueblo en proceso de reconstrucción y quiero mantener vivo el imaginario de sus casas en pie, sus chimeneas humeantes, sus corrales, sus huertas, .. quiero imaginar su vida... y cuando vuelva a estar tan bonito como antes... entonces incorporaremos una y mil fotos más.
Su Iglesia dedicada a San Martín, y datada probablemente en el siglo XVII, dependiente de la diócesis de Jaca, se encontraba aislada en la parte alta de las casas. Construida en mampostería y con mucha argamasa. Consta de nave dividida en dos tramos, con cabecera recta orientada al Este y dos capilla poco profundas a modo de crucero bajo. Con bóvedas de lunetos en la nave y un poco más baja también en la cabecera, precedida de un doble arco de medio punto escalonado; Las capillas presentan bóveda de medio cañón. Cuneta con coro alto a los pies, del que sólo se conservan tres vigas y la barandilla. La sacristía se ubicaba en el costado Norte de la cabecera y abría con puerta en arco de medio punto; se halla totalmente arruinada.
Un vano en el lado sur del primer tramo de la nave, de medio punto y ligero derrame interior, al exterior le han arrancado las piezas del arco y jambas. Otro a los pies, de medio punto, que parece posterior a la fábrica. La torre se halla adosada al costado sur, junto a los pies y se ha desplomado todo el paramento este y la techumbre que debía ser a dos vertientes. Es de mampostería y conserva dos vanos gemelos de medio punto en el muro sur y sobre ellos y centrado, otro muy pequeño en arco rebajado. Los pisos eran de madera.
La puerta de la iglesia se halla al sur, en arco de medio punto de piedra sillar. Tuvo pórtico de madera, precedido de un arco también de medio punto.
Iglesia de San Martín, Cañardo. Fuente: Inventario artísitoc de Huesca y su provincia. 1992 |
De Cañardo, recuerdo una copla que a modo de ronda picajosa, siempre me recordaba el abuelo, versos a modo de chacarrillo, que en las lifaras y fiestas mozos y mozas inercambiaban para "aguijonear" y "chinchar" al del pueblo de al lado:
Las mocetas de Cañardo,
no saben fregar un plato.
En cambio, las de Laguarta
los friegan de cuatro, en cuatro.
También, Joaquín Villacampa, nos contaba hace ahora un par de meses, que la relación entre la juventud de ambos pueblos era hospitalaria e intensa. Nos relataba, que las primeras cerezas, siempre se comían en la Cerecera Cañardo y bajo la protección de su sombra. Eran las primeras, y una de las lifaras más esperadas de sus tiempos de juventud, unos bajaban el vino, otros las viandas, y de postre, por supuesto, cerezas.
Hoy, cuando arranca el siglo XXI, a algunos nos gusta mirar por el retrovisor, y fantasear sobre como fueron aquellos inicios del siglo XX en nuestro valle y soñar con ello pensando "que bonito sería...", pero eso sí, movil, tablet, portatil en mano...
Así es como conocimos a David y a Manolo. En plena reivindicación por la traída de la luz a nuestro pueblo, corría el año 2005 y nos contaban ilusionados que comenzaban con "La Trufa". En nuestro caso, no fueron lifaras con la llegada de las cerezas, sino aquellas que surgían en el trabajo, codo a codo, por la lucha y el reconocimiento de nuestra tierra, de nuestro pueblo, de nuestro valle.
Pasó el tiempo, llegó la luz, las infraestructuras de nuestro pueblo mejoraban día a día,, continuaron las fiestas, las lifaras, las partidas de guiñote... y poco a poco, las Carrascas crecían, y con ellas comenzaban a despuntar, las primeras pepitas de este "oro negro" culinario.
Hemos de reconocer, que los directores de esta web, no somos grandes conocedores del "hongo Tuber melasporum", como diría mi abuelo: en cristiano "trufa", pero navegando en internet hemos descubierto que, antaño, en esos años del siglo XX que tratamos de enfocar a través de imaginación y recuerdos, su cultivo y compraventa era clandestino, teniendo como mercados de sociedades secretas, los de la Ribagorza y Graus.
Yaya recuerda, el increible sabor que este hongo proporcionaba al pate, y por eso, este año, siguiendo las ancestrales recetas, así "trufamos" el de nuestra matacía, y es que, por David nos enteramos, que la Temporada Trufera, comienza paralela a nuestra tradicional matanza, es decir diciembre, prolongandose, hasta el mes de marzo.
Los libros nos dicen que este hongo negro desprende un fuerte olor en su madurez que atrae a jabalíes, topos, e incluso a la mosca de la trufa. Los expertos gastronómicos presumen de que "unas virutas de este hongo consiguen que un plato sencillo se convierta en sublime". David nos comentaba, en un contexto más comercial y económico, que este hongo se exporta en un 95% a Francia y que Aragón aporta la mayor parte de lo producido en España.
Para todos aquellos que esten interesados en ampliar y descubrir más información acerca de "La trufa Negra", os dejamos este tríptico que ha elaborado nuestro amigo David Royo, productor y experto de "Tuber melanosparum Vitt":
Como decíamos el día de la Matacía, Tiembla Teruel porque entre los Jamones 5L de Laguarta (producción autóctona de la Matanza), y las Trufas de Cañardo, de aquí a nada, en Casa Don Pedro, tendremos la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen "La Guarguera".
Como decíamos el día de la Matacía, Tiembla Teruel porque entre los Jamones 5L de Laguarta (producción autóctona de la Matanza), y las Trufas de Cañardo, de aquí a nada, en Casa Don Pedro, tendremos la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen "La Guarguera".
Textos: Karlota Albás, Casa Jorge de Laguarta.
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