Un año más, a San Fabian toca honrar y en la web nos proponemos un nuevo enfoque al artículo dar. Por ello, y a modo de comienzo, tomaremos como referencia las palabras de Don Julio Caro Baroja, (Antropólogo
e historiador, 1914-1995) quien argumentaba, que «De todas las manifestaciones de
júbilo y veneración con que la fiesta se celebra, la más conocida es la de las
hogueras». «La hoguera nocturna es y ha sido signo de fiesta siempre en España.
Pero no sólo de fiesta religiosa, sino también de fiesta civil».
Todos los antropólogos, folkloristas, historiadores, ... coinciden en indicar que la tradición de encender
hogueras en ciertas fechas del año y bailar a su alrededor o saltar sobre ellas
es antiquísima y se encuentra extendida por toda Europa. Este año, citaremos como referente los estudios
etnológicos de James George Frazer (1854-1941,
antropólogo escocés) quien defendía que “las costumbres de esta clase pueden
rastrearse por testimonio histórico hasta la Edad Media, y sus analogías con
costumbres parecidas practicadas en la Antigüedad, así como una fuerte
evidencia interna, nos muestra que es preciso buscar su origen en una época muy
anterior a la difusión del Cristianismo” De este autor, destacan los documentos
datados en el siglo VIII y que recogen los esfuerzos realizados por los
concilios cristianos para suprimir estos ritos paganos. En Laguarta, nuestro archivo y documentación, no se remonta a tan antiquísimos orígenes, pero si nos lo proponemos... seguro que a más.
Por las épocas del año,
nuestra hoguera de San Fabián, quedaría enmarcada por un lado a través de la
Teoría Purficatoria, en la que el fuego, con su poder destructivo y voraz
abrasa y consume todos los elementos nocivos; y por otro, a través de la Teoría
Solar, en la que el fuego, hace de manantial de luz y calor para los hombres, a
modo de hechizo nocturno.
En cualquiera de los
casos, en las tierras del Pirineo en general, y en Laguarta en particular, sus gentes han dado un sentido lúdico y simbólico a su luminaria,
manteniendo la creencia por la cual el fuego alejaba maleficios perjudiciales
para el campo, y que el propio humo, ahuyentaba cuan “espantabrujas de
chimenera” a brujas y malos espíritus. Alguno de nuestros mayores, cuenta que se
solía conservar la ceniza de la foguera como elemento curativo de callos,
grietas, erupciones y enfermedades de la piel en general, así como contra los
insectos. También dicen, que esparcida por los campos, favorecía la cosecha de
los mismos evitando daños de plagas.
Trucos, leños, poncho, ....
En Laguarta al calor de sus ascuas, y bajo la protección de nuestro santo
barbudo San Fabian, se juntaba y se junta todo el pueblo. Si antaño se hiciera
en la rampa de la Escuela, hoy lo hacemos en la subida a la plaza. Y un año
más, hemos disfrutado de buenas brasas, buen jamón, poncho abundante y mejor
humor.
Celebración de paganos,
profanos, religiosos… lo mismo da. Cualquier acto resulta ceremonial y
necesario para vernos, charlar y disfrutar, en resumen, “lifarear”.
Por agenda, en este
2016 lo festejamos el sábado 23 de enero, acompañados por nuestros vecinos de
Gillue y con retransmisión en directo vía whattap y Facebook, para aquellos que por
diversas circunstancias no nos podían acompañar.
Así, con buena chulla,
buena lumbre y mejor poncho, nos sorprendió la luna… y por si hubiera que echar
la despedida, algún animado cantaba animado de esta guisa:
Me despido de Laguarta,
echando la despedida
Cuando San Fabián acaba
a Santa Águeda convitan.
Texto: Karlota "Casa Jorge"
Imágenes: Pedro "de las Casas Nuevas" Carlos de "Casa Jorge" y Alberto Garzo.
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