El 10 de Mayo del año 1916, en los bajos de la “Casa del Concello” (actual Casa
Albas/Lascorz) se reunió la Junta General Extraordinaria de la “Sociedad de
Propietarios de Laguarta”.
Hasta finales del siglo XIX era conocida como “Sociedad
de Honor Propietarios de
Laguarta” y a partir de ese momento, para adaptarse a la normativa civil
existente, varía el nombre y desaparece término foral aragonés “Honor”. Eran vecinas y cercanas, “la
Honor de la Virgen de los Palacios” (Matidero) o la de “San Urbez” ( Nocito). Las
raíces provienen de la Edad Media, pero luego se adaptan con las compras de
propiedades producto de las “Desamortizaciones” del siglo XIX. Aunque de raíces
similares, su funcionamiento era distinto.
Recordemos que en 1914 había estado en Casa de D. José
( Cudillo) alojado D. Juan Urrutia Zulueta, como Ejecutivo de la empresa Energías del Norte ( Hidroeléctrica Ibérica),
para diseñar el trazado de la línea de transporte de alta tensión desde el
Valle del Cinca hasta el Cinturón Industrial de Bilbao. En las tertulias junto
al fuego bajo de los Villacampa,, se habló por primera vez de la electricidad y su uso.
Se explicó que no era posible conectar una casa o
una pequeña localidad, desde una red de transporte en alta tensión, sin
transformar y eso era muy caro. Pero se
pone sobre la mesa una solución, tener una Central sólo para Laguarta.
Los Técnicos que están en Laguarta, toman notas,
realizan visitas al entorno y levantan algunos planitos. Todo ello se lo llevan
y con tiempo realizan un “anteproyecto de
la actuación”.
Esa documentación, con planos y una memoria
detallada, es lo que se pone encima de la mesa en Laguarta el 10 de Mayo del
año 1916, con las explicaciones de un Ingeniero enviado para ello. Inicialmente se
estudió la posibilidad de utilizar las instalaciones del Molino Harinero, existente
en el Barranco de San Salvador y convertirlo en una pequeña industria
electro/harinera e incluso se solicitó una autorización provisional para ello.
Pero existían dos problemas, el caudal se
consideraba insuficiente en verano y el salto era muy corto, con lo cual para
un rendimiento suficiente, la maquinaria era más cara. Por ello se optó por una
segunda opción, que no estaba prevista inicialmente.
Se utilizaba la acequia de riego, con toma del
Barranco de San Salvador (Sancristomo), desde tiempo ancestral. Junto al Camino
de Fiscal, en el lugar llamado la “Cuculera”
(donde existía una placa de hierro, para percutir sobre ella y dar señal
al pueblo) se realiza un azud, con una balsa de almacenaje. La pared del azud
es de piedra seca, compactada con argamasa. Se realiza un desagüe y una salida
forzada, para que con tubos se baje el agua hasta la central. La caída y la
pendiente son importantes, para conseguir mover mejor la turbina.
El sistema se diseña, para que se cargue el
depósito de día y se pueda utilizar el agua acumulada, para fabricar
electricidad después del anochecer. Emplearla
cuando es necesaria. Una vez lleno el depósito, el agua sale por el nivel
superior (sobradero) y se puede utilizar para regar, tal como se hacía hasta
ese momento.
Ese día se toma el Acuerdo por unanimidad, de los
Socios, de realizar la construcción de la Central Hidroeléctrica, Balsa, colocación
de postes, tendido eléctrico hasta las casas y puntos de iluminación. Para ello es necesario pasar a limpio el
Proyecto, presentarlo ante el Ministerio de Gobernación (no estaban claras las
competencias todavía del Sector
Eléctrico) y obtener permiso para la construcción de una “Fábrica de
Electricidad”.
En pocos meses está presentado el Proyecto y a
finales de 1916, se obtienen los permisos oficiales (pioneros). Durante 1917,
se mejora la captación, se repara la acequia, se construye el azud y la balsa,
se cortan los mejores pinos para postes, se realiza el edificio de la Central y
todos los trabajos menores.
Es marzo del año 1918, cuando se recibe el la nueva
Estación de Ferrocarril de Orna, la maquinaria y resto de material técnico.
Desde allí a lomos de caballería, en bastantes viajes, se trae todo a Laguarta.
A principios de Abril llegan al pueblo dos “maestros
de electricidad”, que con la mano de obra y el herrero local, montan la
Central, la red de distribución y los puntos de luz. Al mismo tiempo adiestran
en el funcionamiento. Por fin el 24 de Mayo de 1918, se pone en funcionamiento
y se iluminan las casas. Un milagro.
A partir del
año 1924, consta en la Cartografía
Oficial del Ejército y del Instituto Geográfico Nacional la “Fábrica
de Electricidad de Laguarta”. Hasta 1983, que se dio de baja constaba
oficialmente en Hacienda y en Industria, como tal.
Para costear las obras se realiza de la siguiente
forma. Dña Martina Zamora López aporta 960 ptas, como dueña de la Casa de D.Pedro
(Casa Chantre, comprada en 1912 a la rama menor Villacampa) y otro tanto como
parte de la familia Lorente (Oliván). La familia Villacampa D.José, (Casa
Cudillo) aporta otras 960 ptas . Pero además de esto la Compañía Energías del
Norte, regala a la familia Villacampa (Cudillo), por los trabajos realizados, (material
eléctrico, proyecto, medios técnicos…). por valor de unas 3.000 ptas, que se
entregan para el uso común. Es decir el coste económico de la obra es de unas
5.880 ptas de las de entonces.
Casa Lorente |
Casa Don Pedro |
Casa Don José (Rehabilitación Actual del Solar) |
Todo ello se refleja en un “Libro” de tapas negras, que se llamaba el de la Central y en el se regulan los puntos de luz de cada casa, derechos, obligaciones…. Estaba junto con las Escrituras, Protocolos, Cuadernos….en una Caja de Madera, con cadena, con detalles de metal y cerraja. Era la “Caja de la Honor”. Tenía dos llaves, una guardaba el Administrador (Presidente) y otra el Escribano (Secretario).
Allí estaban los cuadernos con los turnos de
riegos, los gastos del sistema eléctrico y los repartos, el uso de la Herrería,
los derechos de pastos de verano (Valle del Ara) y de invierno (Guara), los
pagos al cirujano, barbero, albéitar…Las dispensas para las fiestas y
misas…Pero también la bandera y la escarapela con banda de cuero, para llevar a
San Urbez, Santa Orosia, los Palacios… Tintero, sellos, materiales y una pareja
de grandes pistolas. Todo era custodiado por el Administrador (Presidente) y el Secretario (también Socio).
Además de las 5.880 pesetas citadas (3 partes), la
familia Villacampa (D.José , Cudillo) aportó dos partes más de trabajo y
materiales (tenía tres partes en la Sociedad, de las cuales cedió dos
posteriormente) y el resto de las familias aportaron las otras 10 restantes. Si
sumamos las dos que controlaba Dña. Martina Zamora, volvemos a las 15.
Estaba funcionando, pero ahora había que
mantenerlo, turnos, reparaciones……el sistema seguía. Lo que ocurre, es que poco
a poco las Reuniones de la Sociedad, se fueron convirtiendo en Reuniones de
Vecinos y se perdía la esencia inicial. De anotarse en el Libro, se hizo en una
cuartilla y de llevarlo la “Honor”, pasó al Ayuntamiento.
Cuando el 17 de Marzo de 1959 se realiza la
Escritura de Reconocimiento de Dominio ante el Notario de Boltaña y se “
constituye “ la nueva Sociedad de Propietarios, cita en el folio 3841191 “Adquirieron sus respectivas
participaciones… Se reconocen recíprocamente como condóminos de las fincas
descritas por quinceavas iguales partes proindiviso…” Es decir se crea una Finca indivisa y se
recogen unos “Estatutos de funcionamiento”,
que vienen de un largo camino, pero sin mención alguna. No surge de la nada,
existe una historia detrás, pero se han quedado en el camino “La Caja de la Honor” (con todos sus
documentos), mucho trabajo, mucho terreno, mucha seña de identidad….todo ello
en “honor” de un tiempo nuevo. Diferente, por lo menos.
Entre las viejas piedras de nuestro pueblo podemos leer el “In Deo meo transgresdiar murum” del linaje de los Villacampa. El “mote” de los de Laguarta es “Serrallapuertas”. Hay quién lo une a la frontera del viejo Sarrablo (puerta de acceso). En todo caso las letras en piedra, la cultura popular, nos habla de muros, puertas…fortaleza. Pero los hechos, no coinciden con esta aptitud defensiva, también hemos sabido mirar al futuro, abrir puertas a la tecnología. No es casualidad que tuvimos uno de los primeros telescopios para mirar las estrellas, una de las bibliotecas mejores del momento, tuvimos visitas muy ilustres, fuimos capitalidad, tuvimos una de las primeras fábricas de electricidad…..y seguimos en ello, procurando transformar el tiempo verbal pasado en presente.
Entre las viejas piedras de nuestro pueblo podemos leer el “In Deo meo transgresdiar murum” del linaje de los Villacampa. El “mote” de los de Laguarta es “Serrallapuertas”. Hay quién lo une a la frontera del viejo Sarrablo (puerta de acceso). En todo caso las letras en piedra, la cultura popular, nos habla de muros, puertas…fortaleza. Pero los hechos, no coinciden con esta aptitud defensiva, también hemos sabido mirar al futuro, abrir puertas a la tecnología. No es casualidad que tuvimos uno de los primeros telescopios para mirar las estrellas, una de las bibliotecas mejores del momento, tuvimos visitas muy ilustres, fuimos capitalidad, tuvimos una de las primeras fábricas de electricidad…..y seguimos en ello, procurando transformar el tiempo verbal pasado en presente.
Tal como hemos explicado otras veces, era una “comunidad” que trabajaba y se esforzaba,
fue pionera, fue ejemplo y es nuestra historia. Por ello 100 años después, el
homenaje a aquellos que se sentaron alrededor de la mesa, que trabajaron de lo
lindo, de todas formas y lo supieron conseguir, es conjugar los tiempos
verbales en presente, pero mirando al
futuro y aprendiendo del pasado.
“TRABAJAR”.
GRACIAS A LOS HOMBRES Y MUJERES QUE LO LOGRARON.
Laguarta, 10 de Mayo 2016
Texto e Imágenes: Ilustrados de Laguarta.
Una pasada.
ResponderEliminarGracias por la información
Saludos
Emilio