Amanecía hoy 22 de octubre, con 2º en Laguarta, -2 grados a la altura de Cañardo, y 0º desde el Molino Escartín hasta el punto de arranque de nuestra andada, el cruce de Gesera. Nuestra carretera, la artería vertebradora de un valle, el nexo de unión de dos Comarcas, Serrablo y Sobrarbe, así como su treintena de núcleos que han dependido de ella, que dependen de ella, para seguir soportando los rigores de su encantador pero agreste paisaje, bien merecían el frío y el madrugón. Ciento sesenta y cuatro personas hemos participado e esta andada, y así, de manera ordenada, cívica y festivamente, ocupábamos hoy esta arteria de nuestro valle, habitualmente serpenteado por camiones de madera, coches, motos y camiones. Hemos partido animosas y a ritmo como si fuéramos labradores de antaño, peor hoy acompañados por jóvenes, niños, amigos, mayores, gentes con raíces en estas tierras, y nuevas gentes, todos juntos, unidos entonando cantas tan simples pero directas como: más inversiones, me