La Borrasca Dora, tiñe de blanco el puente de diciembre, tradicionalmente reservado para nuestra Matacía, con espesores de 40 centímetros. La primera nevada de la temporada, recogía el nombre de dora, y arrancaba en la anochecida del 4 de diciembre. Desde esa misma noche, hasta el día de la Purísima, sucesivos chubascos teñían y despejaban las imágenes de nuestro pueblo. Sofía y Natalia disfrutaban de sus primeras nieves en tierras sarrablesas, los primeros muñecos de nieve vestían de vida pausada y calmada de nuestro pueblo. Las idas y venidas para controlar los ganados de los ganaderos, los jugueteos de los perros en la nieve y las paleadas para retirar y hacer transitable la subida a la Plaza Pedro Villacampa y la Avd. de Pilar se hacían a la mañana, y se tornaban blancas de nuevo en la siguiente albada. Pero nuestro pueblo está precioso. Las "chimeneras" humeantes para intentar dar calor suficiente y confiar que regalen los "tejaus". Diciembre, un mes que este